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Lo digo sin dudas: una de las mejores cosas del Festival ACAMPADOC es la oportunidad de ver historias que de otra forma jamás podríamos conocer. Historias de gentes y comunidades que enfrentan la vida y sus retos; historias que los circuitos comerciales jamás nos entregarán.
Por: Ana Teresa Benjamín M.
Especial para ACAMPADOC
Ayer sábado fue un día para el tiempo y la soledad. Dos documentales filmados en sitios completamente distintos, pero que giran en torno al paso del tiempo, los arraigos y las soledades que implican vivir en lugares alejados o remotos.
El primero, La Ramada, tiene como protagonista a Jaime Estrada Tirado, un hombre que hace más de 40 años vive en la caleta que le da nombre al documental, en una casita que apenas resiste el viento del mar. Allí, entre arenas y recuerdos, pasa sus días. No se siente solo, afirma, porque tiene a dios. No se aburre, parece, porque el afán diario es encontrar algo para comer. Jaime Estrada Tirado es un ¿ermitaño? que decidió vivir con sus perros y las olas; que mira a la cámara para contar su vida, lejos de todo y de todos. Por ratos, hasta produce envidia.
La ballena de Lorino, por su parte, produjo algo distinto. Filmada en en Siberia, lo primero que llama la atención son los rostros: facciones distintas, pieles endurecidas, miradas que se pierden en la nostalgia. El documental arranca con un oleaje espumoso y violento que sugiere desde el principio la dureza del entorno. Ya casi al final de la secuencia, arrastra algo que no se sabe bien qué es, pero sí que es algo muerto.
Como se comentó ayer en “La Conversa” posterior que cada noche se realiza después de las proyecciones, el director polaco Maciej Cuske supo cómo transmitir el clima, lo remoto, lo vasto. Toda la película es azul, pero un azul oscuro y neblinoso que cubre incluso los juegos de los niños; juegos entre tanques corroídos colocados en cualquier parte, huesos de ballenas cazadas y consumidas por los pobladores.
La ballena de Lorino es, pues, un documental que retrata la vida tal cual, sin adornos ni romanticismos. Tan ensimismado es en lo que proyecta que ni los diálogos hacen falta, y al final termina una pensando si aquello muerto que se adivina entre el oleaje no es sino otra cosa que el propio destino. La vida, a final de cuentas, nos engulle.
Todas las películas en Selección Oficial permanecen disponibles en plataforma x 48 horas y se renuevan de acuerdo al programa del Festival. Algunas películas tendrán geo-bloqueo a territorios fuera de Panamá.
Cada noche apenas terminen las películas, te invitamos a LA CONVERSA ACAMPADOC ((EN VIVO)), un espacio de fomento GRATUITO imprescindible para jóvenes talentos y público interesado en el poder de la narración documental contemporánea al rescate de los patrimonios. Participa por Facebook Live www.facebook.com/acampadoc/ y comparte con los realizadores de las películas.
Esperamos disfruten la experiencia #cinealrescate #ACAMPADOC2021 #MiCulturaPMA #lavillacapitalhistórica